Las calles vibran, las paredes cuentan, los barrios laten, los camiones llegan, los trabajadores sueñan y pintan y conversan con el barrio y los vecinos. Allí en cada rincón de siempre, los trabajadores organizados andan por todas partes con sus tachos de pintura, los cientos de kilos de engrudo recién preparados con la harina que cargaron en la Central. El paro general del 6 de agosto se prepara con todo, también haciendo engrudo como antes y con los trabajadores saliendo a pintar consignas y conversar con el barrio, en las ferias, esquinas y pueblos. Claudio Furest, además de ser el…