Carta abierta a Christine Lagarde

Nos hemos enterado de sus declaraciones acerca de que los ancianos son un peligro para la economía global gracias a la prensa, a sus colegas (de usted) y a algún enemigo (también de usted) de esos que no tienen nada mejor que hacer que atacarla. No esperábamos menos de una economista de su fuste al animarse a realizar semejante declaración. Por eso nos permitimos presentarle nuestro plan para combatir ese flagelo: al fin y al cabo, no estamos hablando de negocios rentables como el tráfico de armas, drogas y el lavado de divisas. Los ancianos consumen poco alimento y muchas medicinas: seguramente la poderosa industria farmacéutica mundial pueda prescindir de su magro aporte.

 

Para darle una demostración completa de nuestras medidas para combatir a los ancianos, la invitamos a trasladarse con todos los gastos pagos a nuestro país, Uruguay. Usted y los asesores que designe. Si se molesta en pedir a sus consejeros una reseña de nuestro plan de actividades en la materia, no dudará en visitarnos. Se trata de un país que hace años experimenta un envejecimiento acelerado y constante de su población. Es una oportunidad única, no se arrepentirá.

 

En caso de que no tenga asesores o éstos se encuentren demasiado ocupados en otros temas, nos permitimos enviarle una reseña de las actividades sobre las cuales recibirá una demostración completa, abundante folletería a color y ronda de preguntas con nuestros mejores especialistas.

 

A continuación, enumeramos y comentamos brevemente nuestra estrategia actual en la materia algunos de cuyos aspectos están todavía en etapa piloto pero sus primeros resultados soy muy prometedores:

 

1.- Aumento progresivo de la edad de retiro y baja consecuente de montos jubilatorios: este sistema, si bien lleva décadas en su aplicación, tiene la enorme ventaja de ofrecer resultados inmediatos; no obstante, a medida que la gente se va retirando impacta contra la noticia de lo que serán en el futuro sus más que magros ingresos. Muchos mueren de la impresión con sólo conocer el cálculo inicial del monto jubilatorio o bien durante el trámite, que procuramos sea caro, lento y engorroso.

 

2.- Legislación sobre otros temas que influyen negativamente en la situación económica y por ende en la salud de los pasivos: nuestro poder legislativo ha aprobado, siguiendo los lineamientos del gobierno leyes tributarias que gravan a todas las personas (de una u otra forma), con especial impacto en personas de tercera o cuarta edad. No crea que a pesar de haber trabajado cerca de cuarenta años se les permitirá vivir otros treinta a costillas del Estado, aunque hayan pasado toda su vida laboral aportando una jugosa parte de sus ingresos para que eso pase. Ya no están las épocas para esos dispendios. También tenemos diversas leyes que agregan beneficiarios a las pensiones, de modo que un mismo monto puede llegar a repartirse entre hijos de varios matrimonios, ex esposas, concubinas/os el mismo o diferente sexo, etc. El estrés provocado por este medio produce muy buenos resultados, en cuanto a precarizar el sustento de varias personas a la vez por cada monto pensionario. 

 

3.- Promoción sistemática de la ignorancia en la juventud, a fin de erradicar el respeto a los mayores: consiste en engañar a la población en general haciéndole creer el papel protagónico que deben asumir los ancianos en esta época de ausencia cualitativa de figuras parentales. El Presidente anterior, será larga y afectuosamente recordado por tan feliz idea. También utilizamos para ello la educación pública, lo cual, en primera instancia, puede resultar paradójico para usted. No tendrá más que asistir a una de nuestras demostraciones que no dudamos hará saltar abundantes lágrimas de emoción, lo que, por otra parte, ayudará a la irrigación de su bello rostro, tan castigado por la práctica del buceo.

 

4.- Llenado de vacantes de gobierno con personas de tercera y cuarta edad con idéntico fin: los puestos políticos de mayor influencia en la sociedad son provistos con ancianos de mucha edad, diverso estado de deterioro, pasado oscuro y/o dudoso y preparación insuficiente o nula para la tarea encomendada. Recientemente nuestra flamante Ministra de cultura propuso la reforma de la Carta Magna, con el argumento de sus muchos años de aprobada. Claro, es médica. No se le puede pedir exactitud en las cuentas. Total, 1830 está a la vuelta de la esquina, y aunque se ignora que estuvo haciendo en el año 1967 y siguientes -aunque por su edad ya se encontraba entre nosotros- bailando sobre una mesa en un boliche de Tel-Aviv o saliendo a tocar con comparsas lubolas, cualquiera se olvida de un par de plebiscitos; sobre todo un galeno.

 

5.- Modificación de exitosos modelos jubilatorios, autosustentables y eficientes, por motivos puramente ideológicos y en su mayoría pertenecientes a filosofías caducas: este es uno de nuestros planes piloto. Por ahora, lo hemos aplicado con los escribanos, profesionales que dan fe pública, a quienes consideramos empleados públicos sin prácticamente ningún derecho y elitistas, además, por lo que tratamos de hacer su vida lo más imposible que se pueda. Con decirle que tuvieron la desfachatez de llevar adelante un sistema de seguridad social modelo, autosustentable, con inversiones rentables, cobertura de salud incluida y democráticamente accesible a todos los cotizantes, profesionales y empleados. Por supuesto que solamente una fuerza de izquierda como el actual gobierno está en condiciones de decidir qué es lo más democrático. Faltaba más.

 

6.- Unificación del sistema de salud: el buque insignia del Estado. ¿Conoce usted la historia del Titanic? Bueno, más o menos por ahí va la cosa. Para ser más gráficos: un montón de trabajo y dinero hundiéndose lenta pero inexorablemente mientras unos pocos se benefician gracias a una mala organización.

 

7.- Distribución gratuita de dispositivos tecnológicos caros y difíciles de manejar empezando por las personas de mayor edad y menor nivel socio-económico: por ejemplo, tablets, celulares, etc. Uno se preguntaría para qué los quieren, pero la realidad es que los hace olvidar que no tienen plata para comprar alimentos, para pagar medicamentos y tickets y menos aún solventar el transporte público que los traslade a buscar esos insumos y regresar a sus casas.

 

8.- Programa de protección al delito juvenil: esta idea, proporcionada por jóvenes de gran creatividad, consiste en robar a los abuelos cuanto puedan quitarles, incluso -intención que aplaudimos- los bastones, andadores y muletas que los ayudan a desplazarse. La sobrevida luego de un quiebre de fémur o cadera a determinada a edad puede ser muy corta. Podemos lograrlo.

 

9.-Para no aburrirla con nuestro extenso programa, mencionamos por último nuestra idea estrella: el rifle sanitario. De rotundo éxito en su aplicación en el pasado para erradicar una enfermedad más política que peligrosa en el ganado vacuno, se está estudiando rápidamente como método de emergencia contra los ancianos, en atención a las cifras altamente favorables que muestran las proyecciones de su aplicación. Estaremos encantados de permtirle participar en una completa demostración de su eficacia. Si la prueba resulta exitosa, muchos de sus colegas del FMI quedarán ampliamente satisfechos con los resultados.

 

Por cuestiones de procedimiento, deberemos remitir al FMI la factura de bala utilizada en su persona, ya que el Estado no está en condiciones de hacerse cargo de semejante dispendio. Se adjuntarán asimismo las respectivas condolencias a sus familiares (en caso de que los tenga) y rogaremos su eterno descanso (no vaya usted a volver).

 

Hija e'tigre

Por María Inés Peyrallo